martes, 14 de septiembre de 2010

PARQUE INFANTIL

PARQUE INFANTIL PÚBLICO
Los columpios, toboganes y balancines ayudan al niño en sus habilidades sociales y en su coordinación motora
Todos sabemos que el juego es una herramienta esencial en la construcción del desarrollo físico y social de los niños. Es importante que propiciemos a nuestros hijos momentos de juego no solo en casa, pero también al aire libre, en un patio, o en un parque.
Al mismo tiempo en que juegan, los niños pueden estar expuestos al sol, fuente de energía y de vitaminas. El juego es beneficioso siempre. A través de los juegos los niños atraen y se relacionan con los demás niños. En los columpios, toboganes, balancines, etc., bien cómo en la arena, los niños pasan un rato muy agradable y divertido, a la vez que adquieren habilidades sociales y de coordinación motora.
Seguridad en los parques infantiles
1. Con el fin de garantizar el derecho del niño al juego, el planeamiento urbanístico deberá seguir las indicaciones del presente Decálogo en el diseño de los parques infantiles.

2. Se planificará adecuadamente la localización de las áreas infantiles y de los servicios complementarios. Deben estar a más de 30 metros del tráfico rodado y su perímetro deberá estar vallado con arbustos o muros, para una mejor protección de los niños.

3. Estas zonas deberán estar suficientemente protegidas de riesgos externos.

4. Los parques infantiles deberán ser fácilmente accesibles, especialmente para personas discapacitadas. Deben ser creados para el disfrute de todo tipo de visitante. Se debe evitar escalones, así como cualquier otro tipo de dificultad.


5. Se deberá indicar correctamente la edad de los niños que pueden utilizar los
juegos, dónde acudir en caso de detectarse desperfectos o situaciones de peligro, así como la ubicación de los centros sanitarios más próximos.
¿Quiénes son los destinatarios de los parques infantiles?
Los niños y niñas que asisten al parque son los usuarios que lo configuran. Sin embargo, los verdaderos destinatarios son sus progenitores. La vigilancia esmerada de estos centros infunde una gran confianza a los padres y madres, ofreciéndoles la posibilidad de poder dejar a sus hijos, durante un rato, contentos, distraídos y sin ningún peligro.
Nos hallamos ante un binomio perfecto: un producto que atrae al público infantil y que resulta útil para un público adulto que cuenta con niños.


Seguridad en los parques infantiles
1. Con el fin de garantizar el derecho del niño al juego, el planeamiento urbanístico deberá seguir las indicaciones del presente Decálogo en el diseño de los parques infantiles.

2. Se planificará adecuadamente la localización de las áreas infantiles y de los servicios complementarios. Deben estar a más de 30 metros del tráfico rodado y su perímetro deberá estar vallado con arbustos o muros, para una mejor protección de los niños.

3. Estas zonas deberán estar suficientemente protegidas de riesgos externos.

4. Los parques infantiles deberán ser fácilmente accesibles, especialmente para personas discapacitadas. Deben ser creados para el disfrute de todo tipo de visitante. Se debe evitar escalones, así como cualquier otro tipo de dificultad.


5. Se deberá indicar correctamente la edad de los niños que pueden utilizar los
juegos, dónde acudir en caso de detectarse desperfectos o situaciones de peligro, así como la ubicación de los centros sanitarios más próximos.
¿Quiénes son los destinatarios de los parques infantiles?
Los niños y niñas que asisten al parque son los usuarios que lo configuran. Sin embargo, los verdaderos destinatarios son sus progenitores. La vigilancia esmerada de estos centros infunde una gran confianza a los padres y madres, ofreciéndoles la posibilidad de poder dejar a sus hijos, durante un rato, contentos, distraídos y sin ningún peligro.
Nos hallamos ante un binomio perfecto: un producto que atrae al público infantil y que resulta útil para un público adulto que cuenta con niños.


Seguridad en los parques infantiles
1. Con el fin de garantizar el derecho del niño al juego, el planeamiento urbanístico deberá seguir las indicaciones del presente Decálogo en el diseño de los parques infantiles.

2. Se planificará adecuadamente la localización de las áreas infantiles y de los servicios complementarios. Deben estar a más de 30 metros del tráfico rodado y su perímetro deberá estar vallado con arbustos o muros, para una mejor protección de los niños.

3. Estas zonas deberán estar suficientemente protegidas de riesgos externos.

4. Los parques infantiles deberán ser fácilmente accesibles, especialmente para personas discapacitadas. Deben ser creados para el disfrute de todo tipo de visitante. Se debe evitar escalones, así como cualquier otro tipo de dificultad.


5. Se deberá indicar correctamente la edad de los niños que pueden utilizar los
juegos, dónde acudir en caso de detectarse desperfectos o situaciones de peligro, así como la ubicación de los centros sanitarios más próximos.
¿Quiénes son los destinatarios de los parques infantiles?
Los niños y niñas que asisten al parque son los usuarios que lo configuran. Sin embargo, los verdaderos destinatarios son sus progenitores. La vigilancia esmerada de estos centros infunde una gran confianza a los padres y madres, ofreciéndoles la posibilidad de poder dejar a sus hijos, durante un rato, contentos, distraídos y sin ningún peligro.
Nos hallamos ante un binomio perfecto: un producto que atrae al público infantil y que resulta útil para un público adulto que cuenta con niños.


Seguridad en los parques infantiles
1. Con el fin de garantizar el derecho del niño al juego, el planeamiento urbanístico deberá seguir las indicaciones del presente Decálogo en el diseño de los parques infantiles.

2. Se planificará adecuadamente la localización de las áreas infantiles y de los servicios complementarios. Deben estar a más de 30 metros del tráfico rodado y su perímetro deberá estar vallado con arbustos o muros, para una mejor protección de los niños.

3. Estas zonas deberán estar suficientemente protegidas de riesgos externos.

4. Los parques infantiles deberán ser fácilmente accesibles, especialmente para personas discapacitadas. Deben ser creados para el disfrute de todo tipo de visitante. Se debe evitar escalones, así como cualquier otro tipo de dificultad.


5. Se deberá indicar correctamente la edad de los niños que pueden utilizar los
juegos, dónde acudir en caso de detectarse desperfectos o situaciones de peligro, así como la ubicación de los centros sanitarios más próximos.
¿Quiénes son los destinatarios de los parques infantiles?
Los niños y niñas que asisten al parque son los usuarios que lo configuran. Sin embargo, los verdaderos destinatarios son sus progenitores. La vigilancia esmerada de estos centros infunde una gran confianza a los padres y madres, ofreciéndoles la posibilidad de poder dejar a sus hijos, durante un rato, contentos, distraídos y sin ningún peligro.
Nos hallamos ante un binomio perfecto: un producto que atrae al público infantil y que resulta útil para un público adulto que cuenta con niños.


Seguridad en los parques infantiles
1. Con el fin de garantizar el derecho del niño al juego, el planeamiento urbanístico deberá seguir las indicaciones del presente Decálogo en el diseño de los parques infantiles.

2. Se planificará adecuadamente la localización de las áreas infantiles y de los servicios complementarios. Deben estar a más de 30 metros del tráfico rodado y su perímetro deberá estar vallado con arbustos o muros, para una mejor protección de los niños.

3. Estas zonas deberán estar suficientemente protegidas de riesgos externos.

4. Los parques infantiles deberán ser fácilmente accesibles, especialmente para personas discapacitadas. Deben ser creados para el disfrute de todo tipo de visitante. Se debe evitar escalones, así como cualquier otro tipo de dificultad.


5. Se deberá indicar correctamente la edad de los niños que pueden utilizar los
juegos, dónde acudir en caso de detectarse desperfectos o situaciones de peligro, así como la ubicación de los centros sanitarios más próximos.
¿Quiénes son los destinatarios de los parques infantiles?
Los niños y niñas que asisten al parque son los usuarios que lo configuran. Sin embargo, los verdaderos destinatarios son sus progenitores. La vigilancia esmerada de estos centros infunde una gran confianza a los padres y madres, ofreciéndoles la posibilidad de poder dejar a sus hijos, durante un rato, contentos, distraídos y sin ningún peligro.
Nos hallamos ante un binomio perfecto: un producto que atrae al público infantil y que resulta útil para un público adulto que cuenta con niños.


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